miércoles, 25 de junio de 2014

Los juegos infantiles en Los niños perdidos

 Los niños perdidos de Laila Ripoll, a pesar de ser una obra de protesta y reflejo de la horrible situación vivida en la España franquista, es una obra en la que los protagonistas son niños, y como tales, juegan en la infancia. Por este motivo, en la obra observamos distintas escenas en las que los niños se divierten y se entretienen jugado a diversos juegos: 

LÁZARO (Aporreando una caja metálica a modo de tambor). ¡Atención! ¡Atención! ¡La gran compañía de Lázaro el Grande va a representar una grandiosa función!
CUCA ¿Y de dónde sacamos el duro?
MARQUÉS Si lo dice por decir... como lo ha oído...
CUCO Ah, bueno. MARQUÉS Y CUCA (Acompañándose con palmadas) ¡Que empiece ya, que el público se va la gente se marea y el público se mea!
LÁZARO ¡A callarse! Silencio, que vamos a empezar. [..]
LÁZARO Hola niños.
TODOS ¡Holaaaa! LÁZARO ¿Quiénes sois?
TODOS ¡La Organización Juvenil! 

Estos juegos, en especial el que hemos señalado, nos recuerdan a los juegos tradicionales infantiles y la poesía oral infantil de entonces. Son como pequeñas obras teatrales en los que podemos encontrar los elementos básicos de una estructura dramática. En este sentido, en el juego-rima y en la poesía oral, el diálogo es representado en una escena en la que intervienen real o simbólicamente cuatro participantes:

-El grupo o el individuo protagonista 
-Los otros coprotagonistas y a veces, antagonistas.
-Los espectadores 
-El director del juego.

 En definitiva, lo que queremos recalcar es que aunque esta obra sea un reflejo de aquella situación española, los niños intentaban ser felices recurriendo a determinados juegos que podemos incluir dentro del propio teatro tradicional.


Fuente: www.youtube.com

 RIPOLL, L. (2010), Los niños perdidos, KRK, Oviedo.

El poder y la violencia en Los niños perdidos

Los niños perdidos es una obra de Laila Ripoll en la que se refleja la triste y dolorosa situación de la Guerra civil española, gobernada por un régimen franquista. En este sentido, los protagonistas, cuatro niños (Lázaro, Marqués, Tuso y Cucachica) víctimas de la Guerra Civil española son encerrados es un desván de un orfanato, espacio simbólico en el que los responsables del centro no se hacen cargo de ellos. Así pues, en esta obra, podemos encontrar diversos temas, de los cuales nos centraremos en dos: en el poder y en la violencia.

 En lo que se refiere al poder, podemos observar un poder superior, que sería el poder del régimen franquista, que es el culpable de la situación de la época, es el culpable de que los niños estén encerrados en el desván, ya que sus familiares han muerto o están en prisión debido a este tipo de gobierno:

TUSO: Lázaro
LÁZARO: ¿Qué?
TUSO: ¿Tú tienes padres?
LÁZARO: Claro.
TUSO: Jo, qué suerte, yo nunca he tenido padres.
MARQUÉS: Todo el mundo ha tenido padres.
TUSO: Pues yo no. Y el Cucachica tampoco, ´sólo madre.
LÁZARO: Yo no me acuerdo mucho de mis padres , la verdad. Era muy pequeño y un día les vinieron a buscar unos falangistas y se los llevaron y no les volví a ver.
Por otra parte, dentro del desván la que tiene el mando es Sor, pues aunque en determinadas escenas es representada por Tuso porque ha muerto, sabemos que existió en un primer momento. Sor fue la monja que se encargaba del orfanato y la que encerró a los niños en el desván, por lo tanto es la que gobernaba sobre ellos. En cuanto al tema de la violencia, observamos muchas escenas representadas por ella, sobre todo las protagonizadas por Sor, pues la ejercía con los niños, hasta tal punto que a uno de ellos, Cucachica lo arroja por la ventana provocándole la muerte, además de recibir numerosas palizas: 

CUCA: ¡El aire! ¡El aire! ¡El aire...! 
LÁZARO (A MARQUÉS) ¿Qué pasa, que eres el único al que le reventó los entresijos con el bastón? MARQUÉS...¡No me des más golpes!, y ella seguía y seguía, como si estuviera endemoniada...¡Todo por culpa del cochino ese! 
LÁZARO: Eres un egoísta y un mierdero, Marqués. Solo piensas en tu ombligo. El pobre Cuca estaba desparramado por las baldosas del patio y, a ver, ¿quién se llevó todos los palos por intentar librarte a ti? Yo, ¿verdad? Pero eso a ti te importa una cáscara de pipa. En definitiva, la situación vivida por estos niños por culpa del poder y la violencia es un relejo de la situación vivida por muchos niños y niñas que fueron víctimas de aquel conflicto bélico.



Fuente: www.teatro.es


Fotomontaje de la obra Los niños perdidos de Laila Ripoll con la compañia LA OTRA PARTE TEATRO, con Fernando Atienza, Conchi del Olmo, Susana González y Roberto Álvarez. Dirigido por Fernando Atienza.




RIPOLL, L (2010), Los niños perdidos, KRK, Oviedo.

El poder y la violencia en Bodas de Sangre



La violencia, el poder y la muerte son temas muy presentes en las obras de Lorca. Un ejemplo de ello es Bodas de sangre, en donde la inminente fatalidad de su desenlace representa el núcleo temático en el que, al final, desemboca toda la acción. La muerte para Lorca no es un paso hacia otra vida, sino un muro que se interpone en nuestro camino de modo brutal sin ningún sentimiento, por lo que aunque el amor se presente como la única manera de afrontarla, este también sucumbe ante el poder del odio y de la violencia.


Por lo tanto, en lo que se refiere al poder, podemos destacar distintas clases de poder:


Por un lado, nos encontramos con el poder autoritario y matriarcal de la madre del novio, pues transmite al hijo unos valores familiares y de tradición de los que se considera depositaria tras la muerte de su marido. Así mismo, este poder autoritario se convierte en odio, una vez que se entera de que la novia se ha marchado con Leonardo, ya que es más importante el hecho de que la novia haya huido con un familiar de los Félix, que el hecho de la traición en sí misma. Esto se puede observar en:
MADRE: ¡Tu hija, sí! Planta de mala madre, y él, él también, él. Pero ¡ya es la mujer de mi hijo!
NOVIO: ¡Vamos detrás! ¿Quién tiene un caballo?
MADRE: ¿Quién tiene un caballo ahroa mismo, quién tiene un caballo? Que le daré todo lo que tengo, mis ojos y hasta mi lengua...
VOZ: Aquí hay uno.
MADRE: (Al hijo) ¡Anda! ¡Detrás!. No. No vayas. Esa gente mata pronto y bien...; pero ¡sí, corre, y yo detrás!
También podemos hablar del poder del amor, más bien de la pasión, pues como vemos en la obra, es este sentimiento tan poderoso que sienten Leonardo y la novia lo que les hace huir juntos:
LEONARDO: ya dimos el paso; ¡calla! porque nos persiguen cerca y te he de llevar conmigo.
NOVIA: ¡Pero ha de ser a la fuerza!
LEONARDO: ¿A la fuerza? ¿Quién bajó primero las escaleras?
NOVIA: Yo las bajé.
LEONARDO: ¿Quién le puso al caballo bridas nuevas?
NOVIA: Yo misma. Verdad.
LEONARDO: ¿Y qué masno me calzaron las espuelas?
NOVIA: Estas manos que son tuyas, pero que al verte quisieran quebrar las ramas azules y el murmullo de tus venas. ¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Aparta! Que si matarte pudiera, te pondría una mortaja con los filos de vioeltas. ¡Ay, qué lamento, qué fuego me sube por la cabeza.

En lo que se refiere a la violencia, esta se aprecia en las muertes de los personajes, no solo de los protagonistas, Leonardo y el Novio, sino también del padre y del hermano del Novio. Estas muertes son aún más violentas porque se tratan de asesinatos, asesinatos realizados por la misma familia. Además, estas muertes se realizan con un instrumento muy simbólico en la obra, como es el cuchillo o la navaja, con el que se empieza y finaliza la obra, ya que representa la muerte:
CUADRO PRIMERO:

MADRE: Hijo, el almuerzo.
NOVIO: Déjelo. Comeré uvas. Deme la navaja.
MADRE: (Entre dientes y buscándola.) La navaja, la navaja... Malditas sean todas y el bribón que las inventó,
CUADRO ÚLTIMO:
NOVIA: y esto es un cuchillo, un chullito que apenas cabe en la mano;pez sin escamas ni río, para que un día señalado entre las dos y las tres, con este cuchillo se queden dos hombres duros con los labios amarillos.
En definitiva, el papel del Novio está subordinado al de la Madre. Aunque muere, su función no es esencialmente trágica. Es una víctima desdde el principio a ese sacrificio. su mansedumbre se convierten en vehemencia cuando, a instancias de la Madre, actúa en defensa de su honor. Frente a Leonardo, que es la pasión, el Novio representa el trabajo y la descendencia.


Fuente: www.elmundo.es

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=Rhwe5IuMauA

GARCÍA LORCA, F. (1972), Obras completas, Ed. Aguilar, Madrid.

Los personajes de La paz perpetua

La paz perpetua es una obra del autor Juan Mayorga, en la que sus protagonistas son animales humanizados, con las funciones psicológicas superiores muy desarrolladas o la emotividad a flor de piel, que sirven para descubrir o desenmascarar el lado más terrible de la humanidad y los horrores a los que esta ha conducido y conduce.

En este sentido, analizaremos más a fondo cada uno de los personajes que intervienen en la obra:

ODÍN: es un rottweiler con cruce de otras razas, por lo que no es puro. Es un perro que ha tenido muchos dueños y que se ha criado en la calle, de ahí que tenga un resentimiento contra el mundo. Es inteligente, un perro astuto con un buen olfato. Provoca a JOHN-JOHN, lo que desemboca en una lucha, pues su objetivo es ganar y deshacerse de sus contrincantes.

JOHN-JOHN: es el perro más joven de los tres. Es ingenuo, inocente y violento. Se trata de un perro que ha estudiado en una escuela, en la que se ha llevado varios meses aprendiendo, de lo cual se siente muy orgulloso y se lo recalca a CASIUS en múltiples ocasiones.

ENMANUEL: se podría considerar el personaje clave de la obra, pues ha sufrido un trauma emocional y por ese motivo finalmente muerte. Se refugia en la Filosofía, por lo que desarrolla un sentido de la justicia y de la moral muy fuerte que le hace volcarse en los demás.

EL SER HUMANO: es el que tiene el poder en la obra. Se trata de un adiestrador de perros para combatir el terrorismo. No tiene nombre, cosa que le caracteriza en comparación a los otros personajes de la obra.

CASIUS: es un perro labrador que se encarga de la recopilación de perros para la lucha contra el terrorsimo. Es un perro noble y veterano en el mundo militar, del cual su cuerpo se resiente. 

En definitiva, cada uno de estos perros representan distintos tipos de personas con un objetivo común: combatir el terrorismo, si bien con perspectivas diferentes.

Fuente: www.elpaís.com


MAYORGA, J. (2007-2009), La paz perpetua, Centro Dramático Nacional.
MAYORGA, J. (2009), La paz perpetua, KRK, Oviedo.


El poder y la violencia en la Paz Perpetua

En la obra La paz perpetua de Juan Mayorga, nos encontramos con el tema del terrorismo desde una perspectiva actual, que se centra sobre todo en los dilemas de la lucha contra el mismo. Para ello, el autor recurre a animales como personajes, excepto uno, el Ser Humano, el único que no tiene nombre.

El Ser Humano es el que tiene el poder, pues aparece como adiestrador de perros del K7, una institución que combate el terrorismo. Además, se revela como un alto funcionario de esa institución con el poder de elegir o desechar el material canino en función de sus capacidades.

En cuanto al tema de la violencia en la obra, por un lado, encontramos la violencia ejercida por el terrorismo:

ENMANUEL. Una mañana, cuando íbamos a la universidad... No sé como no conocí el peligro. Hubo una explosión y...(La emoción no le deja seguir. Silencio). No me separé de ella hasta que llegó su padre. Al verlo allí, abrazado a Isabel, abrazado a lo que quedaba de Isabel, me juré que tenía que hacer algo.
Por otro lado, la violencia también esta presente entre los propios personajes:
JOHN-JOHN. Conque un primavera, ¿eh? Conque un panoli. Conque menos acera que Valencia.
ENMANUEL. ¿Qué te pasa?
 JOHN-JOHN. Me pasa, sabihondo, que voy a hacerte picadillo. Se lanza sobre ENMANUEL. Pero, para sorpresa de JOHN-JOHN, ENMANUEL contraataca como un buen luchador. Pelean. JOHN-JOHN se esta imponiendo.

Así mismo, la violencia está tan presente en la obra que esta termina con la muerte de uno de los perros ENMANUEL, por intentar defender sus principios y valores:
HUMANO: Kant se avergonzaría de usted. Kant estaría a nuestro lado. Trabajamos para que todos puedan leer a Kant, ir al teatro, vivir en libertad. Pero la libertad tiene un precio. Ese precio lo pagamos nosotros, en nuestros corazones. Y lo seguiremos pagando hasta que llegue la paz. Al mundo y a nuestros corazones. Es nuestro sueño: la paz perpetua. Hace una señal a JOHN-JOHN y a ODÍN, que van hacia la puerta B. Pero ENMANUEL les cierra el paso, protegiendo la puerta. JOHN-JOHN y ODÍN amenzan a ENMANUEL, que no cede. JOHN-JOHN y ODÍN atacan a ENMANUEL. ENMANUEL muere.


Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=o-49vR1_y3c





Fuente: www.notodo.com


MAYORGA. J. (2009), La paz perpetua, KRK, Oviedo.


El poder y la violencia en Salvajes

Salvajes de José Luis Alonso de Santos es una obra que tiene mucha importancia a nivel social, ya que trata el fenómeno de la violencia desde una perspectiva dura, cruel e injusta, de ahí que tratemos los temas del poder y la violencia en la obra.

En lo que se refiere al poder, tenemos que destacar al comisario de policía Eduardo Campos, pues es el policía  que aun sabiendo que Berta era inocente, envió a Berta a la cárcel por tráfico de drogas porque las pruebas así lo indicaban. Así mismo, es el que tiene la autoridad en la obra, pues en una ocasión, reúne a los tres sobrinos de Berta en su oficina para darles un ultimatum: si no tratan bien a su tía y no la cuidan, irán a la cárcel:
COMISARIO. [...] Pero hay una persona que sí me importa, y no estoy dispuesto a ver cómo le amargáis entre los tres la poca vida que tiene... [...] A partir de hoy van a cambiar las cosas en esa casa o, de lo contrario, os aseguro que nos vamos a llevar muy mal vosotros y yo.

En cuanto a la violencia, esta queda representada por los personajes de Mario y Raúl, sobre todo por este último; y por los Charly y Nono, los dos camellos.

Mario y Raúl son dos hermanos que pertenecen a una banda de skinhead y que han realizado diferentes delitos: robo en grandes almacenes, tráfico de drogas, pero lo más significativo en la obra es la brutal paliza que le dan a un hombre negro, paliza en la cual después sabemos que Mario no tuvo nada que ver. En estos dos personajes se produce un desdoblamiento, pues por lo menos Mario, puede remediarse aunque sea a costa de la muerte de Raúl.

BEA: Raúl está mal de la cabeza, tía. De verdad, Mario, no. Mario no sé porque hace esas cosas. Por ir con Raúl, lo más seguro, pero Mario no es así. De Raúl me creo cualquier cosa, tía. No sabes la de veces que me ha dado a mí, por lo que sea... Y desde que se ha juntado a ésos está peor. ¿Has visto el tatuaje que se ha hecho en el hombro? "Odio y violencia". [...]

Por otro lado, nos encontramos con Nono y con Charly, dos camellos del barrio, jóvenes sin ningún ideal. Ellos también son violentos, sobre todo con Bea, porque esta no les paga el dinero que les debe de las drogas, así como con Raúl, pues son los responsables de la muerte de este:

Nono. ¡Su puta madre! ¡No te jode! ¿Qué no los rompa? (Aplasta otro con el pie.) ¿Que no los rompa así?
Charly. Te voy a pisar la cabeza como al tiesto si no nos das el dinero, pero ya. Bajas a tu casa y te subes lo que puedas. ¿Está claro, gilipollas? (Le sujeta la cara)
Bea. ¡No, por favor! ¡En la cara no, que tengo que trabajar! 

Fuente:https://www.youtube.com/watch?v=selkfR0stSo

Versión en youtube de la obra, realizada por la Escuela de teatro San Bartolomé de Tirajana.


En definitiva, según Rojas Marcos:

 "...la agresión maligna no es instintiva, sino que se adquiere, se aprende. Las semillas de la violencia se siembran en los primeros años de la vida, se cultivan y desearrollan durante la infancia y comienzan a dar sus frtos malignos en la adolescencia. Estas síntesis se nutren y crecen, estimuladas por los ingredientes crueles del medio, hasta llegar a formar parte inseparabale del carácter del adulto. Pero nuestros complejos coomportamientos, desde el sadismo hasta el altruismo, son el producto de un largo proceso evolutivo condicionado por las fuerzas sociales de la cultura"
 Fuente: www.atrezzoteatro.com

OLIVA, C. (2002), Yonquis y yanquis, Salvajes, Madrid, Castalia.

La interpretación de los geranios en Salvajes


Salvajes es una obra de José Luis Alonso de Santos, en la que Berta, enfermera de unos sesenta años de edad, sale de la cárcel y se encuentra con un panorama desolador. Ella, se hace cargo de sus tres sobrinos tras la muerte de su hermana y ellos, en su ausencia, se meten en una serie de problemas:  drogas, violencia y  prostitución. En este panorama, Berta mantiene una relación afectiva con Eduardo, el comisario de policía con el que finalmente realiza un viaje que le lleva hacia la esperanza de una vida mejor.

En esta obra, la salida hacia la esperanza parece que se ratifica en la ingeniosa metáfora de las plantas, esos geranios que riega Berta para salvarlos de la sequedad, de la ausencia de cuidados, de la atención que merecen como seres vivos. En este sentido, Alonso de Santos hace una comparación de los geranios que Berta riega con sus sobrinos, pues cuando Berta sale de la cárcel se encuentra con que Bea, su sobrina, es drogadicta y prostituta; y sus dos sobrinos, Raúl y Mario, pertenecen a una banda de skinheads. Así pues, todo su afán es es intentar enderezar los troncos del mundo de sus sobrinos como los de los geranios.

También se compara ella misma con un geranio. Se trata de una metáfora con la que se identifica con un geranio seco, negro por dentro de la sociedad de la contaminación, apagado, sin alegría, pero vivo, como ella:

BERTA. ¡Dios mío! ¡Cómo está esto también! No os han tratado muy bien mientras yo no estaba, ¿verdad?¡Madre mía, qué desastre! (Se acerca a ellos y se pone a arreglarlos lo mejor que puede.) Qué trabajo les hubiera costado echaros un poco de aguda de vez en cuandod... Mira que se lo dije... Necesitáis tan poco para vivir... Si la gente no es capaz ni de regar una planta, qué podemos esperar de este mundo... (Coge un tiesto donde aún hay parte de un geranio con vida.) Tú has resistido a todo, como yo... Medio seco, negro por dentro de la contaminación y la suciedad, apagado, sin alegría... Pero ¡vivo! (Lo riega.) Deberías haber nacido en un buen invernadero y no en un barrio como éste...

En definitiva, es una obra de carácter social y realista, pues muestra una situación específica que le puede pasar a cualquier familia de nuestra época, en la que la sociedad influye,en muchas ocasiones, negativamente.




Fuente: www.atrezzoteatro.com

OLIVA, C. (2002), Yonquis y yanquis. Salvajes, Madrid, Castalia.